Todo es ja ja hasta que es “mamá, me lastimas”
México.- Durante estos últimos meses se presentó un fuerte despilfarro de dinero, a lo que los expertos les gusta llamar “alv el dinero, es fin de año”. Tanto el Buen Fin como el aguinaldo y en general la gastadera de épocas decembrinas, formaron parte de esta derrama económica que incluyó la compra excesiva de un juguete.
Fue hasta Santa que realmente se supo en qué gastaban los mexicanos su no dinero. Sorpresa la que se llevaron los estudiosos del tema al observar que entre los juguetes más comprados se encontraba el scooter que no es scooter, llamado hoverboard.
Si tienes más de 25 años te preguntaras qué es este aparato del futuro y por qué tu primo -el mequetrefe ese- puede montarlo como un experto. La razón es muy sencilla: ellos ya nacen con otro chip.
Pero habrá quien diga, ufff yo sí me subo, al cabo estoy joven. Bueno, pues estos mismos padres que deciden “probar” los juguetes de sus escuincles formarán parte del “Ay Caramba” del 2020 porque no’más no dan una con el famoso juguete para deslizarse.
Dicho y hecho se presentó la mañana de Navidad, cuando una familia de habla pocha observaba la apertura de juguetes y el instante en que los niños probaban su hoverboard.
No fue hasta que una mujer adulta, a quien podemos concluir es la madre de esos niños, decidió quitarles el juguete y probar su suerte con el scooter de balance deslizable. Sin embargo, las cosas malieron sal y la señora estaba a punto de romperse la cara.
Lo bueno es que no se cayó.
Lo malo es que no se cayó gracias a que se sostuvo con su propio hijo.
Aquí este invaluable momento que seguro será revivido en una sesión de terapia psicológica.
En este medio no te diremos cómo criar a tus hijos pero… chale.