Todos conocemos a alguien así
México.- Según índices oficiales que no nos molestamos en revisar, México es uno de los países que menos leen… libros. Y es que mientras toda la población desarrolla problemas de columna por estar pegados a su celular el 70% de las horas del día, hay un grupo de heroicos ciudadanos que recuerdan que la literatura existe y se cultivan diariamente con los mejores autores.
Así, amplían sus horizontes, su conocimiento y por ende su mundo (“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”, como dijera Silvio Milanés). Lamentablemente, también existen fantoches que solo fingen leer mucho y ser muy cultos, pues eso los hace sentir intelectualmente superiores.
Mi biblioteca mi lugar favorito en casa,leer abre la mente y derrumba las fronteras,aquí a mis espaldas mi Abuelo Roberto pic.twitter.com/A0F71aY5eX
— Roberto Palazuelos (@robpalazuelos) May 13, 2019
Es el caso de Roberto “Bobby” Palazuelos, quien desde su cuenta sin verificar se tomó una foto para presumir lo listo e inteligentioso que es. Lamentablemente, el internet no lo tomó en serio (como siempre).
Lo que sí, es que el equipo de Intelectuales Apestosos Que Leen el Libro Vaquero del Deforma notaron en este documento fotográfico las características que definen a cualquier mamerto que se quiere hacer el intelectual. Aquí se las dejamos:
1. Carga su libro así, como si se tratara de una caja
2. Su “biblioteca” consiste en pura Enciclopedia y diccionario que compraron sus papás durante los noventa
03. Tiene una foto con el Subcomandante Marcos, para presumir su conciencia social
04. Tiene UN libro de arte y lo pone así, paradito, para que veas que es un hombre de mundo. Eso sí, no sale del Pop Art.
5. Tiene un retrato de sí mismo muy agustín y reflexivo
6. Uy, clásico
7. Finalmente, tras un análisis superficial, podrás notar que la foto está editada para parecer más culto de lo que es:
Si eres uno de estos sujetos, te invitamos a aceptarte tal cual eres: vacío, ególatra y nefasto. Solo debes recordar que es mejor a ser pobre. Saludos, bye.
