Todo fue un error en el sistema de pagos del INBA, advierten
México.- Un grupo de antropólogos descubrió al único empleado del INBA que recibió su pago justo el día de la quincena. Se trata de Josué Rivero, pasante de la carrera Diseño gráfico, quien se desempeña en el INBA como ilustrador de algunos carteles publicitarios.
Josué entró al INBA para realizar su servicio social y, después de un año de trabajar gratis, le propusieron que trabajara gratis un tiempo más y que, a lo mejor, podrían pagarle de vez en cuando, “me advirtieron que cobraría con recibo de honorarios, o sea que me tenía que dar de alta en Hacienda para poder facturar los mil pesos que habrían de pagarme cada mes”, explicó Josué, con una ligera lágrima en los ojos.
Cuando este joven ya estaba muy acostumbrado a cobrar muchos meses después, sucedió un acontecimiento que él llamó: “El milagro de Semana Santa”. Este milagro consistió en que, al sacar los últimos cien pesos de su tarjeta de débito (dinero que habría de durarle hasta el mes de año), descubrió que en su cuenta tenía $1’235.00 MN. “¡Soy millonario, soy millonario!” exclamó incrédulo Josué.
Inmediatamente llegaron varios antropólogos para investigar la euforia de este joven, y, luego de un par de análisis, determinaron que el dinero extra de Josué procedía del fruto de su trabajo y de un error en el sistema de pagos del INBA que hizo que le depositaran justo a tiempo.
Este hecho ha causado conmoción entre los trabajadores del Gobierno, quienes encuentran en Josué una luz de esperanza en su tenebroso camino, pues, como todos sabemos, los empleados gubernamentales sólo cobran cada vez que los planetas se alinean (salvo los que ya cuentan con una base, o entraron por recomendación, o los políticos, porque ellos sí saben qué es tener dinero todos los días 15 y último de cada mes).
Por su parte, los encargados de la contabilidad de la Secretaría de Cultura afirmaron que este error de pagar a tiempo a uno de sus empleados es un terrible desprestigio para las instituciones del Gobierno, además de que los jóvenes que laboran en dicho entorno pueden malacostumbrarse a una vida fácil, digna y segura, “algo que va en contra de las políticas actuales”, concluyó un burócrata excelso durante sus tres horas de comida.