Al parecer no se pusieron de acuerdo con la música
Vecindad amorosa.- Un sujeto mandó construir una barda de 6 metros para taparle el sol a sus vecinos y eso nos recuerda lo bello que es vivir en sociedad.
Esto sucedió hace más de 100 años en la ciudad de San Francisco, en específico en el barrio Nob Hill, donde se juntan las calles California, Jones y Sacramento, en la cual se dio una épica pelea entre vecinos que terminó con la construcción de un enorme muro para no dejar pasar la luz del sol a las casa aledañas.
Sunrise in San Francisco. View towards Grace Cathedral on Nob Hill. Spot a Golden Gate tower in the background. pic.twitter.com/yZSYbmAtLR
— Peder Inge Furseth (@PIFurseth) March 30, 2014
En la intersección de esas calles se encuentra la famosa catedral Grace, y antes de que se construyera la misma, fue donde se vivió la famosa disputa. Esta es la historia:
Resulta que la familia de Nicholas y Rosina Yung habían comprado una casa en una esquina de la manzana, y luego un banquero y magnate del ferrocarril de nombre Charles Crocker compró todos los terrenos aledaños e incluso pretendió comprar la propiedad de los Yung, pero éstos se negaron.
Crocker a quien le podemos también decir el Sr. Burns, siguió aumentando su oferta, pero sus vecinos se negaron a vender, por lo que el banquero decidió cambiar de estrategia: hacerle la vida imposible a sus vecinos para que no les quedara más remedio que vender.
Charles Crocker was a petty railroad magnate in 1876 San Francisco.
He and his friends bought all plots on Nob Hill for their mansions, but Nicolas Yung wouldn't sell.
Crocker got so mad that he built a 40-foot spite fence around 3 sides of Yung's house to block out the light. pic.twitter.com/5YM31wnrSZ
— Michael (@ebelog) October 18, 2018
¿Cómo lo hizo? Construyendo un enorme muro alrededor de la propiedad pretendida para que no les diera el sol.
Dejó tan en penumbras la casa, que a los Yung no les quedó otro remedio que mudarse a otro lugar pero sin vender su propiedad con tal de que su espantoso vecino no se saliera con la suya.
No fue sino hasta que ambos hombres murieron que los herederos llegaron a un acuerdo para vender la pequeña propiedad, pero como ironías de la vida, un temblor a principios de siglo pasado derrumbó todas las construcciones existentes en la manzana, y el Estado decidió comprar todos los terrenos en donde se erige hoy la catedral mencionada.
El “muro del rencor” como fue conocido en su momento, era muy popular en aquel entonces a tal grado que se convirtió en una atracción turística durante el tiempo que estuvo de pie.
Yo sabía que había visto la historia en algún lado: