¿YA QUIERES COMER? SIIIII ¿QUÉÉÉÉ?
México.- Para ponerle números al amor, el INEGI logró entrevista a 129 familias mexicanas que vivían en un lugar pequeño donde todo se escuchaba, y descubrió que el 96% de las familias más felices se gritan aunque con una simple notificación con voz medianamente arriba de lo normal, llegaría hasta sus oídos.
“Desde el ‘ya queremos comer’ hasta el ‘te hablaaaaaaan’, son las clásicas frases que se escuchan en una familia funcional que mantiene sus vínculos afectivos en funcionamiento”, confesó la cabeza de dicho estudio, Manuel Manuelonski, quien dictaminó que de no gritarse, los miembros de la familia marchitan como las plantas a las que no les cantas.
Una familia que no se escucha es la clave para una familia feliz
Desde niños, los padres nos enseñan a que todos los vecinos tiene que saber sobre los problemas familiares, no a manera de humillación, sino para generar comunidad. “Que le grites a tus hijos y tus hijos te griten genera lazos afectivos en los vecinos, pues conocen tus problemas, y tú los de ellos, por lo que la tasa de supervivencia para los humanos cachorro aumenta”, añadió un antropólogo interesado en la familia y las películas de Avengers con arcos dramáticos que sí satisfacen tu peculiar punto de vista.
Algunos psicólogos comentan que los niños reciben de manera positiva los gritos, todo lo contrario a padres callados que sí logran escuchar de la cocina al cuarto, miembros de la familia que simplemente no entienden cómo funciona el amor. “No grito porque me da pena. Ahora mi hijo es un asqueroso abogado”, señaló una madre muy preocupada por su criatura.
Expertos en psicología recomienda gritar en los siguientes eventos:
- Cuando los niños hacen mucho ruido
- Cuando los niños no hacen ruido
- Cuando la familia debe comer
- Cuando la familia debe limpiar
- Cuando la familia debe salir
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