“De poco a poco hemos estado construyendo la casa. Yo también he trabajado, aunque el señor dice que no sé trabajar. Ahí tengo mi negocio, que lamentablemente ya no existe. Poco a poco hemos trabajado los dos y hemos levantado la casa con ayuda de mi familia, de mis hermanos”, aseveró la mujer luego de que media prensa local se apostó en el lugar de las excavaciones.
Al ver los trabajos con dinamita, el exsuegro denunció los hechos ante la policía no sin antes dar su versión de los hechos:
“Esta casa es mía, es fruto de mi trabajo de muchos años. Inclusive, la primera planta la construí con el banco de materiales. Al unirse mi hijo con esta señora, yo les cedí para que puedan vivir ahí, pero pacíficamente. Pero, al retirarse mi hijo por problemas internos, la dejé viviendo tres o cuatro meses con mis nietos. Incluso, la ayudábamos en todo lo que podíamos”, agregó finalmente el exsuegro que tendrá que volver a cotizar el precio del cemento.
Cerramos la nota con una recreación de cómo estuvo la cosa cuando el sujeto se enteró de que su ex estaba aplicando las capitulaciones matrimoniales: