Confirmado que en todos lados se cuecen habas
Casa Kame.- El hijo del primer ministro de Japón se aventó una fiestecita en la residencia oficial, y ya lo terminaron corriendo del gobierno.
Eso fue lo que paso con Shotaro Kishida, hijo del primer ministro Fumido Kishida, quien trabajaba como secretario ejecutivo de Política dentro del gobierno de su padre, y quien creyó que sería buena idea realizar una fiesta privada dentro de la residencia oficial sin contar con que se filtrarían fotos del jolgorio.
(Japan) – Japanese PM Fumio Kishida, Fires His Son Shotaro Kishida (Who Was Also His Secretary), Faces Political Scandal, After Reports Of A Controversial Party Last Year Where His Son Posed At The Japanese PM's Official Residence#shuttletvnews pic.twitter.com/SZjHThr5KS
— ShuttleTV (@shuttletvnews) May 30, 2023
Muchas cosas pueden pasar en la residencia oficial
“Sí, mija, vamos hacer una party en la casa de mi papi… sí, no hay bronca, tú tráete a tus amigas sin bronca, aquí te van a recibir en la entrada nomás les dices que vienes con ‘el mero mero’ y pasas, mi reina”, algo algo ha de haber estado la organización al eventito que se le ocurrió al juniorcete.
Bueno, la cosa es que la fiesta de Shotaro (que fue el 31 de diciembre) se supo en todo el Reino del Sol Naciente debido a las fotos que recién fueron filtradas por varias revistas, creando indignación entre la población, y provocando la renuncia voluntaria del mirrey devenido en asesor y rey de los népotas.
Shotaro Kishida, the son of the Prime Minister, appointed by his father as secretary, held a year-end party at the prime minister’s official residence with his relatives and enjoyed taking pictures in public spaces. Photos of him lying on the staircase have gone viral. #JAPANEWS pic.twitter.com/6WyvMWgUgk
— 🌐JapaNews🌐 (@dascrazyjapan) May 29, 2023
“Como secretario de asuntos políticos (del primer ministro), un puesto público, sus acciones fueron inapropiadas y decidí reemplazarlo para que asumiera la responsabilidad”, aseguró el vocero del gobierno medio molesto por no haber sido invitado al pachangón.
Fumido había nombrado a su hijo en dicho puesto aprovechando que no existe una limitante en las leyes japonesas para que los hijos de los funcionarios ocupen puestos en el gobierno sin importar lo fiesteros que sean.
El lechoncito despedido ya había sido blanco de críticas ya que en meses pasados había sido reprendido por haber realizado visitas poco oficiales a Gran Bretaña y Francia con cargo al erario, en donde compró todo tipo de souvenirs para los miembros del gabinete (casi podemos jurar que la mayoría eran funcionarias).