Cueva del Barista Dilusional.- Varios periódicos han publicado en los últimos días artículos de opinión en donde aseguran que el tomar café es ser racista, aunque no dijeron nada del latte con leche deslactosada.
Esto fue publicado por dos medios de circulación nacional en Estados Unidos, los cuales afirmaban que el “beber café y leche es racista”.
La “acusación” había sido lanzada hace algunos años por PETA, la cual sentenciaba que “el café era un producto originario de Africa que había sido explotado por la civilización occidental para satisfacer el apetito y gusto de sus habitantes”, tal vez tomando a Turquía en los tiempos de la Pangea.
Esta teoría habría sido retomada por el New York Times y el periódico “Afru”, asegurando que en efecto, el café originalmente había sido cosechado por personas de raza negra, y luego “robado” por colonizadores.
“Creado por personas negras para personas negras, el café ahora es pilar del supremacismo blanco capitalista…”, así reza la acusación que rebaja el ser racista a tener deseos de un capuchino.
Evidentemente, la ocurrencia ha sido objeto de mofas entre las personas que se han topado en las redes el “artículo” con la opinión de alguien que de seguro no sabe “pintar” en el café.
“Cada parte de la industria del café tiene orígenes de racismo. Ya que los blancos en su vicio consumidor roban el café de las personas de color para satisfacer sus ganas de una taza”, dice el artículo en algún punto tal vez sin saber que el café es originario de Turquía y algunas partes del Caribe.
Finalmente, los artículos lanzados de manera coincidente al mismo tiempo por ambos medios, cierran con una perorata para disentivar el consumo del café, y pues luego le seguimos que tengo que servirme otra taza de espresso.
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