Increíble pero cierto

Centennials no saben ni usar una impresora, según un estudio publicado

Ah, pero ¿qué tal andamos en TikTok?

Brecha Tecnológica.- Un estudio ha mostrado que los centennials no saben ni usar una impresora en los trabajos que consiguen en las oficinas.

Si bien, el hablar de “generaciones” sigue siendo algo vago pues depende de una medición por años que varía según el sesgo tecnológico, la generación Z o centennials sí se ha establecido que son aquellos jóvenes nacidos de 1995 a 2008, es decir, personas que tienen actualmente de 15 a 25 años.

Los centennials no saben ni usar la fotocopiadora

Es así, que el estudio en cuestión publicado por LaSalle Network  muestra que la mitad de los graduados de esta generación están “poco preparados” para las habilidades y técnicas requeridas para “cualquier trabajo”.

Para esta investigación, el sitio tomó datos de agencias de empleos en las ciudades de Chicago y Nashville, las cuales  destacaron que si bien esta generación “son ágiles con la tecnología y los teléfonos inteligentes, hay algunos aparatos que ni conocen o saben usar”, tales como impresoras, escáners o las mismas computadoras.

El mismo estudio incluso usa un término para explicar la tensión intergeneracional, que denomina “vergüenza tecnológica, que es que los jóvenes se sientan juzgados por cómo hacen las cosas en sus nuevos trabajos.

“Es un poco vergonzoso: somos la generación tecnológicamente avanzada. Trabajando con el escáner, pensé, ¿cómo funciona eso? Cómo, ¿cómo lo escaneas? Yo tampoco sabía cómo hacer funcionar la fotocopiadora. Es bastante frustrante”,  aseguró en la investigación Jazmyn Castillo, de 24 años, jefa de equipo asociada de H&R Block en Garland, Texas.

Otros testimonios aseguraron que han tenido que poner etiquetas en los botones de fotocopiadoras o en las computadoras para que los centennials sepan como encenderlos o usarlos.

Y para leer más: una pareja hizo la fiesta de su boda “sin niños” y sus familiares terminaron desairándolos.

 

Adolfo Santino

Published by
Adolfo Santino