Un sonido familiar despertó a todos los paisanos que estaban en el Mundial
Doha de Iztapalapa.- Los mexicanos ya están llegando a tierras mundialistas, y lo hacen de una manera que sea imposible no reconocerlos, pues incluso uno hasta llegó con el grito de “Fierro Viejo” ahí como para ponerle sabor mexicano a Qatar.
El conocidísimo grito apareció en las calles de Doha cortesía de un paisano que no solo llevó su humanidad a Medio Oriente sino que también se las ingenió para cargar con una enorme bocina bluetooth con la que se paseó por las calles del Emirato mientras anunciaba que “compara fierro viejo”.
⚡ Mexicanos "compran" fierro viejo en Qatar (VÍDEO) https://t.co/Cmj1ge9TuU pic.twitter.com/wYSlZ5gF0O
— Diario de Yucatán (@DiariodeYucatan) November 19, 2022
Pero ¿qué es eso que escucho?, ¿es el sonido de “Fierro Viejo”?
“Se compran colchones, tambores, refrigeradores, estufas, lavadoras o algo de fierro viejo que vendan”, se escuchó de repente el grito irrumpiendo en la tranquilidad de las calles de Doha.
De inmediato, muchos mexas reconocieron el familiar sonido y salieron a la calle para ver de dónde provenía semejante genialidad exportada hasta el desierto.
Lo mejor que veras hoy… esto pasó esta mañana en #Doha #Qatar la creatividad de los mexicanos con todo. Estufas, lavadoras… jajaja pic.twitter.com/imQfEGGtGs
— Webcams de México (@webcamsdemexico) November 19, 2022
Y en efecto, se trataba de un paisano que ataviado con la bocinota cual “Pípila” se disponía a abrir la Alhóndiga de Granaditas o tal vez una Mezquita.
El momento ya se ha vuelto viral en las redes sociales precisamente porque literal “el ingenio mexicano no conoce fronteras”.
#Internacional 🌏 | Así se hacen oír los mexicanos llegando a #Doha, #Qatar.
Entre música, baile y la icónica grabación de "fierro viejo que vendan" es como celebran las personas de #México que llegan para el mundial de #Qatar2022 pic.twitter.com/bsWEG7mFlp
— Observer.NR (@ObserverNR) November 19, 2022
A ver si el perifoneo y la recolección de chatarra no son de las cosas que también están prohibidas en el Emirato Puritano, y nuestro compatriota termina en alguna mazmorra donde encierran a los pepenadores y los que salen a la calle a gritar ofertones.