EsReal

Jaime Maussan ya tiene una calle con su nombre y nadie hace nada

Por su incansable labor de apuntar al cielo con su cámara

Superficie Marciana.- Jaime Maussan ya tiene una calle con su nombre y pues nomás imagínense cómo va a andar estos días viendo luces en el cielo que terminan siendo las luminarias de las calles vistas de lejos.

El bautizo tuvo lugar en el comunidad de La Rumorosa, Baja California, luego de que dicho poblado fuera declarado como “la capital mundial del fenómeno OVNI” debido al gran número de avistamientos registrados en la zona por cámaras borrosas y camarógrafos con temblorina.

Así las cosas, para la inauguración de la nueva vialidad el presidente municipal de Tecate

(municipio al que pertenece La Rumorosa) fue invitado el propio ufólogo quien asistió todo orgulloso.

Jaime Maussan ya tiene una calle con su nombre y todo sin haber mostrado un solo video claro de un OVNI

El reconocimiento se debió a los 50 años de la carrera de Maussan quien lleva muchas décadas debiéndonos un video claro de un alienígena, o mejor aún, de una nave espacial captada con una buena cámara.

“Yo creo que todo el estado de Baja California debería ser considerado también la Capital Mundial del Fenómeno Ovni. Lo que está pasando en las costas de Rosarito, de Playas de Tijuana, de San Diego, de Ensenada, es sin duda algo extraordinario”, declaró el investigador luego de aperturar la calle y presumir las fotos en sus redes sociales.

Durante el corte del listón, el extravagante periodista agradeció a todos por la nomenclatura de la vialidad a su nombre, al tiempo que deseó que “La Rumorosa se convierta en un gran centro de atracción mundial del fenómeno, pues hay muchas cosas qué ver en el poblado”.

Luego de darle el remojón a su calle, Maussan Flota se dirigió al arranque del World UFO Fest 2022 que tiene lugar precisamente a Tecate, en donde se hará un homenaje a su trayectoria buscando luces en el cielo.

Ya que andamos con cosas extrañas en el cielo: un vato estaba presumiendo “su viaje a Nueva York” pero los cables de la luz lo delataron feo.

 

Adolfo Santino