Hay varias series que nos alertan de este tipo de prácticas
Laboratorio del Dr. Frankenstein.- Unos científicos lograron “revivir” a unas arañas muertas convirtiéndolas en zombies y parece que no hemos aprendido nada con todo lo que ha pasado últimamente.
El peligroso experimento fue realizado por la escuela de ingeniería Brown, que pertenece a las llamadas Ivy League en Estados Unidos, y quienes al parecer nunca leyeron “Frankenstein”, o no han jugado el videojuego “The Last of Us”.
Scientists Turned Dead Spiders Into Undead Zombie Robots https://t.co/CZZqO0Bqni via @thedailybeast
— Steven Hudson ⚛️✊🏽 (@itsstevenhudson) July 31, 2022
Más allá de crear “arañas zombies”, el experimento fue para estudiar brazos robóticos con la forma en cómo funcionan las patas de las arañas, mismas que no tienen músculos, ni biceps, ni triceps, sino que su extremidad se mueve en vida a base de presión, función que evidentemente se pierde cuando el arácnido muere, lo que no detuvo a los investigadores para hacer que se movieran aún inertes.
“Un día estábamos en el laboratorio, y nos llamó la atención ver a una araña muerta, y nos preguntamos por qué se ‘enroscan’ cuando mueren”, expresa un estudiante como preámbulo de la cosa horrorosa que harían.
¿Dónde están las personas que querían ver zombies?
Así entonces, estos investigadores sin temor de Dios, insertaron la prosoma de la araña en una aguja, a la que agregaron aire, logrando la “represurización” de las patas y dándoles la capacidad de funcionar como si siguieran vivas y “agarraran” cosas.
Somebody got REALLY high and decided that combining zombies, cyborgs, and spiders into a single nightmare was a great idea.
Like, I would *totally* watch that movie! But not in real life, please and thank you. https://t.co/qCrj5Xkxq7
— Samuel Snoek-Brown (@SnoekBrown) July 29, 2022
“Ya hemos experimentado con ellas y resulta que hay muchos lugares donde podrían ser usadas para servir como una diminuta garra viviente que sirva a procesos mecánicos”, asegura un estudiante quien desconoce el trabajo de Mary Shelley.
Aquí el problema del experimento (uno de tantos), es que las arañas como todo ser “vivo”, es biodegradable, por lo tanto no servirían mucho tiempo como pinzas industriales antes de pudrirse definitivamente.