Pareja que ganó 200 millones de dólares hace 10 años, hoy se declara en bancarrota

A ver si los vuelven a aceptar en su trabajo

Pozo sin fondo.- Una pareja que hace 10 años ganó 200 millones de dólares en la lotería, ahora se ha declarado en bancarrota convirtiéndose así en sucesores de aquel hijo pródigo que todavía le tocó herencia.

Esto fue lo que le sucedió a la pareja conformada Gilliane y Adrian Bayford quienes ganaron la escandalosa cantidad de 200 millones de dólares (147 de libras esterlinas), misma que les cambió la vida pero como ya vimos, nomás les duró para pasar la década en donde se dio el auge del reguetón.

Antes de “pegarle al gordx”  Gilliane era empleada de limpieza en un hospital en Inglaterra y Adrian trabajaba en una tienda de música del Condado de Suffolk, y ambos le aventaron el mandil al gerente al minuto que recibieron su dinero.

Quién diría que el dinero de la lotería se acaba

Con su nueva fortuna, decidieron comprar una mansión, autos de lujo, llevar a sus hijos a Disneylandia, viajar por las montañas Rocallosas, invertir en 36 propiedades para rentar, entre otras inversiones que se podían considerar inteligentes, y otras no tanto como donar a la caridad.

Después de aventarse varios años sabáticos, la familia se mudó a Escocia, país natal de la mujer, en donde invirtieron en un fondo económico para adquirir más propiedades, mismo que nomás les generó deudas y problemas; en tanto que él abrió una tienda de películas y recuerdos, que no tuvo éxito, y qué rico ha de haber sido la venta de liquidación de dicho negocio.

Así las cosas, hoy en 2022 están vendiendo su mansión sin encontrar comprador, y el resto de sus inversiones los han dejado prácticamente en la ruina a tan solo 10 años de haber ganado la enorme cantidad de dinero.

Sin ser financieros ni contar lo que ese dinero puede dar de intereses, si hubieran gastado 1 millón de dólares al año sin necesidad de arriesgar nada, les hubiera dado para vivir 200 años como reyes. I’m just sayin’…

Y por si te lo perdiste: le pusieron la rola del “Bebito Fiu Fiu” a un perrito y ni él la soportó.