Escotilla angosta de la inerte barra de carbón.- Hace poco se supo que la empresa Space X de Hank Scorpio, perdón, de Elon Musk, estaba rifando viajes al espacio, cosa que es el sueño de muchas personas que decían de niños que de “grandes” iban a ser astronautas sin contar con que la Guerra Fría acabaría de manera precipitada.
Así las cosas, Kyle Hippchen, piloto de 43 años, residente de Florida (hasta cerca de Cabo Cañaveral) había sido uno de los afortunados que ganó el lugar para constatar que la Tierra no es plana, pero resulta que no podrá ir porque no cumple con los requisitos del peso, toda vez que éste es un entusiasta de los Gansitos entre comidas.
El sujeto entregó a finales del año pasado 600 dólares a un hospital de Tennessee para poder participar en el concurso para viajar como turista espacial, pero de hecho, no esperaba que fuera a resultar ganador; de ahí que se la paso en Navidad
comiendo recalentado, y ahora que ganó, pues no cabe por la escotilla.El aviso de que había resultado ganador le llegó por correo, lo que provocó que… íbamos a decir “brincó de alegría”, pero digamos que más bien, se alegró de sobremanera; pero el gusto no le duraría mucho pues como ya dijimos, el capítulo de Homero en el espacio tiene algunas inconsistencias a la hora de flotar por la gravedad.
El peso máximo para poder viajar en el Space X
es 113 kilogramos, pero él pesaba 149 kilos, producto del amor a las garnachas, por eso decidió regalarle su boleto a su mejor amigo quien no tiene aberración por las ensaladas.
La opinión la dio luego de apoyar al gobierno de Ecuador
"Puso en riesgo las relaciones bilaterales con ese país" , espetó el mandatario
CLONADAMENTE CIERTO
ENCHILADAMENTE REAL
DOLOROSAMENTE CIERTO
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