Una mujer ha interpuesto una demanda millonario en contra de Kellogg’s, dueña de la marca pop-tarts por engañar en el empaque con la cantidad de fresa que hay dentro del producto.
El trasfondo de la demanda sostiene que la publicidad de las tartas instantáneas es engañosa ya que el relleno que se observa en la imagen es mucho menor que la mostrada en toda la publicidad de la marca. Eso por un lado, por el otro, la demanda también menciona que si bien el producto promete al consumidor que se va a atascar de fresa, en realidad es pera y manzana lo que tiene de relleno. Ni le avisen a la mujer con qué hacen el “guacamole” en las taquerías en México.
La demanda es por 5 millones de dólares, al tiempo que solicita que el producto adopte un etiquetado más preciso, y realmente use fresa para rellenar el bocadillo con 700 calorías.
Asimismo, la demandante solicita que se adopte un etiquetado más preciso, ya que la imagen de la caja crea la impresión de que el relleno de fruta contiene “una mayor cantidad relativa y absoluta de fresas” que la que luego encuentra el consumidor.
Y por si lo anterior no fuera poco, en la demanda se presenta un estudio en el que se muestra que usan un colorante sintético para hacer que el relleno parezca rojo brillante, lo que configura un engaño al consumidor que funciona porque ya hasta se nos antojó.
Esperemos que con este tipo de demandas, los productos regresen a lo que eran en la década de los 90 cuando hasta se te desparramaba el Gansito al morderlo. Soñar no cuesta nada.
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