El Ulises japonés existe
Tepito del Sol Naciente.- En una extrapolación de lo que pasó en “Amar te duele”, una princesa japonesa renunció a la familia imperial para casarse con un plebeyo, perdiendo así todos sus privilegios reales.
Se trata de la princesa Mako de Akishino, sobrina del emperador Naruhito, quien ha decidido casarse con el que sería su pareja durante la universidad, y quien al no ser de la realeza, en teoría, estaba impedida para casarse con Mako.
Esta es la mejor princesa que hemos visto en la realidad
Kei Komuro es el nombre del “Ulises” japonés, quien se quedó con su Renata contra todo pronóstico y obstáculo que le puso la familia real nipona.
¿Ustedes son fan de #AmarteDuele? pic.twitter.com/0KrAjxKqey
— Altacia (@Altaciamx) February 19, 2021
La princesa de 30 años, retomará su apellido de “mortal” como “Komuro”, dejado de lado el linaje de los Akishino.
La princesa Mako de Japón se casa con su novio plebeyo tras renunciar a la realeza en medio de una gran controversia https://t.co/jUotpOPvan
— BBC News Mundo (@bbcmundo) October 26, 2021
La Familia Real habría despojado de todo reconocimiento y honor a Mako por haber desobedecido las reglas de matrimonio de la familia real, según anuncio el portavoz de la Casa Imperial, además de anunciar que la ex princesa ya habría abandonado la residencia de Akasaka, palacio donde reside la familia real, y donde siguen viviendo los príncipes herederos Fumihito y Kiko, y sus hermanos, Kako e Hisahito.
“Soy consciente de que nuestro matrimonio ha generado discordia (…) pero para nosotros, es una elección necesaria si queremos vivir siguiendo lo que dictan nuestros corazones, “aseguró con carácter la mujer.
Mako de Japón ya se ha casado con su excompañero universitario Kei Komuro, tras tres años de retraso. La joven deja así de formar parte de la familia imperial y está previsto que comience una nueva vida junto a su ya marido en Estados Unidos. pic.twitter.com/kScL3x1LaH
— María Roldán (@mroldana) October 26, 2021
La situación es aún más polémica entendiendo que su abuelo, el emperador Akihito, se casó con una mujer que no era de la realeza y no le fue retirado su estatus real, cosa que sí sucede con las mujeres.
Junto con los títulos reales, Mako renunció a la dote a la que tenía derecho por un monto de 152 millones de yenes, que son como 30 millones de pesos.