Mejor que levantar conchas
Playa Aúrea.- Una ordinaria playa de pescadores recibió un regalo del mar, y no, no se trata de una puesta del solo “como no hay otra en todo el mundo” (frase que todos los pobladores de las playas dicen) sino objetos de oro que llegaron del mar.
¿Te imaginas estar haciendo castillitos en la playa y de repente ver oro?
El hallazgo fue hecho Yolman Lares, un pescador del pueblo de Guaca en Venezuela, el cual en años pasados fue un importante centro de la industria del pescado hasta que les pegó el virus del socialismo para el cual todavía no inventan la vacuna.
¡Dios aprieta pero no ahorca! En el pueblo de Guaca en la Península de Paria sus pobladores furon bendecidos cuando en las orillas encontraron joyas de oro y plata, adornos y pepitas de oro. Algunos vendieron lo encontrada para paliar la crisis, recibiendo hasta US$1500. pic.twitter.com/7KkYKlKtcZ
— Petro Divisa❁ (@PetroDivisa) December 13, 2020
El sujeto encontró cuando iba de regreso a su casa, algo que brillaba en la arena, y al desenterrarlo se percató que era un medallón de oro de la virgen María (enunciado que sacara almorranas a los ateos).
Yolman en lugar de comer callado para comer dos o tres veces, fue y le dijo a sus suegros, quienes se encargaron de informarle a todo el pueblo, quien en unos segundo ya estaban apostados en la playa como si se tratara de un camión volcado.
El pueblo ha sido especialmente golpeado por el régimen del bato que dice que los pajaritos le hablan, y desde que el pescador comunicativo le avisó a todos, se han encontrado cientos de piezas de joyas de oro y plata, adornos y pepitas de oro que aparecieron en la costa, dándole una felicidad a los aldeanos como no sentían desde hace muchos años.
Venezuela: sulle spiagge di Guaca l'oceano porta oro e gioielli https://t.co/rhVgBQEuzK
— infoitesteri (@infoitesteri) December 16, 2020
Especialistas aseguran que las piezas provienen de algún barco de piratas hundido y que ahora ha flotado hasta la costa.
El lugar históricamente fue escondrijo de corsarios y bucaneros, además de ser el lugar a donde llegó Cristobal Colón en su segundo viaje hacia América y del que describió como “las puertas del Edén” (y este párrafo sacará reumas a los que se creen que descienden de los mayas).
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