ES DEVASTADORAMENTE REAL
Estación Posmoderna .- En estos tiempos en donde sentimos que el metro va muy lleno o que el desprecio de nuestro mejor amigo no tiene perdón de Dios, las personas prefieren voltear hacia los perros para que nos dén “amor”, lo cual es falso según la neurociencia.
Y tú creyendo que los perros eran tus hijos
Acorde a un estudio neurocientífico (sí, un estudio profesional el cual sólo puede ser derivado por otro científico y no por cualquier ciudadano), los perros no tienen capacidad cognitiva para sentir o expresar amor, por mucho que creas que lo que expresan es ese sentimiento.
El estudio fue realizado por la reconocida Universidad Peruana Cayetano Heredia y secundada por Stanley Coren, quien es famoso por sus textos sobre inteligencia canina.
No queremos romperte el corazón, pero… 💔
De acuerdo con el neurocientífico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Jonathan Astucuri, los perros no tienen la capacidad cognitiva para sentir o expresar amor, al tratarse de un sentimiento de alta complejidad. pic.twitter.com/9LgDAJwm5M
— Búnker Informativo (@BunkerInfoMx) November 30, 2020
“Lo que los humanos interpretamos como amor de nuestras mascotas hacia nosotros, es en realidad la forma en que los perros demuestran el placer que les causa ser alimentados, cepillados o acariciados”, define Johathan Astucuri, líder de la investigación, matando de un jalón a todas las personas que creían tener perrhijos.
La base del experimento fue el análisis de oxitocina que generan los perros y la comparación con el nivel de la misma en los humanos; mientras que las personas tuvieron muestras de sangre “llenas” de oxitocina en algún acto de “amor”, el porcentaje de esta hormona detectado en perros fue apenas del 30%. En conclusión, más que amor es agradecimiento, por así decirlo.
El mismo estudio indica que los mismos animales no “aman” a sus compañeros de manada, sino que simplemente actúan gracias a su instinto de supervivencia para poder preservar su especie.
Es decir, ese “amor” que nos expresan nuestras mascotas lo demostrarían hacia cualquiera que les dé de comer o les dé cobijo, tal y como su instinto lo indica, y que en estos tiempos ha sido confundido por los misántropos en busca de compensación afectiva.
Y si no creen en la misantropía rampante, vean como esta nota se llena de comentarios tipo: “De todas maneras prefiero a mi perro que a las personas”.
Hablando de noticias felices: los veganos tienen 43% más probabilidades de tener una fractura de huesos por sus hábitos alimenticios.
