México.- Ahora que ya llegó la época más feliz del año, muchos están esperando ese dinerito extra que, por derecho les corresponde, y que se llama aguinaldo. Tal es el caso del Patotas, famoso señor de la Nopalera, quien trabaja en una de esas empresas que aún tienen la generosidad de darles contrato a sus empleados.
Pues, bien, sucede que el Patotas anda bien contento porque ya mero le pagan sus tres mil pesitos de aguinaldo. Billetiza que piensa gastársela en comprar un kilo de aguacate, una michelada y una playera de Cuidado con el perro.
El Patotas se dijo feliz de tener esa lanita, pues con lo poco que gana al mes siempre anda tronándose los dedos para pagar la infinidad de deudas que tiene. Sin embargo, la magia de la navidad hará que por un par de días se le olvide su precaria situación económica.
Claro que los de Famsa, Elektra, Coppel, los bancos y sus suegros están friegue y friegue todos los días. Pues, como buen mexicano, el Patotas debe unos cien mil pesos por haber comprado la pantalla, la estufa, la lavadora, el celular, el refri, los quince años de su hija y demás lujitos que son muy difíciles de pagar.
Por su parte, su señora esposa le solicitó al Patotas que no se ande malgastando lo del aguinaldo y que mejor usen ese dinero para arreglar el techo de su casa. “Con este cochino frío, no puedo dormir”, lamentó la señora quien también recibirá unos 1500 de aguinaldo.
Aunque es poca lana, científicos de la comunicación aseguran que ese escaso dinero lo envidiaría cualquier freelancer que en diciembre no van a recibir ni un aguinaldo de dulces (perdón por echarle sal a la herida).
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CLONADAMENTE CIERTO
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