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Regios nivel: Un aficionado del Monterrey destruyó la tele cuando su equipo quedó eliminado

Hay casos que ya ni con yoga…

Cerro de los Berrinches.- Aunque no lo crean, todavía existe la liga del fútbol mexicano, y a pesar de que no haya aficionados en los estadios, ahí están los equipos jugando solos como si estuvieran en el llano… ¿a dónde iba yo? Ah sí, y pues en el torneo mexicano que alguien debe seguir viendo, están en la ronda de repechaje, y ahí fue donde el Puebla sacó a los rayados del Monterrey provocando la ira de uno de sus seguidores.

Este aficionado de Monterrey es toda una joya

Las imágenes ya están circulando en varios lados, y en ellas se puede ver a un aficionado regio destruyendo una tele al concretarse la eliminación de “La Pandilla”, lo que no tiene ni poquito gracioso, y sí mucho de triste y preocupante.

A pesar de que los Rayados iban ganando 2-0 hasta el minuto 60, los de la Franja igualaron el juego obligando a irse a penales, en donde terminaron por mandarlos a asar carnitas.

En el video se puede ver al sujeto queriéndose hacer el gracioso mientras sostiene una botella de cerveza la cual estrella contra la pantalla, mandando la señal a todo “negro” como cuando llegas a dormir después de la peda. Luego de su “escenita”, el individuo toma otra chevecita y sigue tomando como si nada hubiera pasado.

Más allá del berrinche, la eliminación del Monterrey es una rotundo fracaso debido a que tiene una de las plantillas más caras del balompié nacional mientras que en Puebla tiene una de las más modestas.

Haciendo un recuento de los daños, la botella pudo haber rebotado o haberse roto lanzando pedazos a las otras personas, la tele pudo haber lanzado fragmentos de cristal, entre otras cosas que alguien con dos dedos en la frente, hubiera previsto antes de tener su lapsus, supuestos que afortunadamente no pasaron, y ahora, esos amigos son candidatos a un nuevo programa federal de entrega de teles.

Ya que andamos con pausar la pantalla, estas 9 escenas de películas te obligaran a detenerlas en el momento exacto.

Adolfo Santino