Es real: La gente sigue usando “1234” y “contraseña” como contraseña
N’ombre, unos genios
Internet en pandemia.- Uno pensaría que a estas alturas del siglo XXI, con tantas series de hackers en Netflix y capítulos de “jaquers” en la Rosa de Guadalupe ya no existirían personas con contraseñas fáciles de adivinar; sin embargo, una vez más subestimamos el sentido común de los seres humanos.
Según NordPass, una compañía especializada en seguridad en Internet, las contraseñas más fáciles de adivinar son las secuenciales; sí amiguito, secuencial significa cosas torpemente seguidas como “1234” o “ABCDE”, o incluso frases fáciles de suponer, tipo: “nomelasé” “contraseña” o “notengo”. ¿Piensas que te estoy choreando? Pues no, he aquí las contraseñas más comunes según nuestros cuates de NordPass:
1.- 123456
2. 123456789
3. picture1
4. password
5. 12345678
6. 111111
7. 123123
8. 12345
9. 1234567890
10. senha
¿Cómo dices? ¿Que “senha” es una palabra muy original y segura para usarla como contraseña? Pues no tanto mijo, porque senha significa contraseña en portugués, o sea que sería doblemente imprudente usarla en tus vacaciones en Brasil.
Como puedes ver en la lista, la gente es demasiado confianzuda
o demasiado pen… sar en una contraseña los dejó sin ideas.
Lo bueno es que la gente de NordPass aconseja usar una contraseña aleatoria generada automáticamente en algunas páginas dedicadas a eso. Claro que al final terminarán diciéndote que uses “palabras” como “aHkk8j67jg001”
y otras que jamás recordarás. Es por eso que lo ideal es usar alguna frase surreal, con caracteres y mayúsculas para que se la pongas bien difícil a cualquier amante del password ajeno. Intenta usar algo que no se te olvide. Por ejemplo:
Si te gusta el Chavo del 8: “Chavo8d0nram0n”
Si te gusta El Rey León: “H4kun4simb4”
Si te gusta BadBunny: “aggjjgrfejjmmbbprrfffg”, al cabo eso es lo que se le entiende cuando “canta”.
¿Qué es lo mejor que puedes hacer en caso de que tu contraseña salga en esa lista facilota? Pues cambiarla, campeón. Los expertos recomiendan cambiar de contraseña tan frecuentemente como Belinda cambia de novio, o sea cada 90 días.