Hasta el más desgraciado insensible lloró como colegiala de animé
Por fortuna ya quedaron atrás esos tiempos en los que los hombres macho alfa lomo plateado pelo en pecho voz de gorila brazo de albañil teníamos que aguantarnos el sollozo durante alguna escena trágica que hacía que nos temblara la voz como si manejáramos sobre terracería.
Hoy el cine está plagado de películas forzadamente tristes, como “La razón de estar contigo”, donde recurren a la nostalgia para que chilles a fuerzas aunque la trama y el guión sean absurdos. Afortunadamente, a los chavorrucos nos tocó experimentar angustiantes momentos de verdadera tragedia.
Algunos de estos amargos y traumantizantes momentos fueron:
-La muerte de Mufasa:
Quizá la primera vez que la viste pensaste que Mufasa no podría estar muerto porque era una película para niños; pero sí, el señorón Mufasa está más muerto que el Live Action del Rey León.
-La espera de Hachiko:
Puedo ver películas sangrientas donde salen cientos de despedazados, pero NO me hagan sufrir a un perrito porque me salgo de la sala.
-El hundimiento de Jack:
Nos dolió más el hundimiento de Jack, que el hundimento de Titanic. Al menos alcanzó a hacer el delicioso con Rose.
-El sacrificio de Sam:
Otro lomito que se fue al cielo de los perros. La cara que puso Will es la misma que yo hice aguantándome el moco frente a mi mamá.
-La despedida de Brian O’Conner:
Si Rápido y Furioso es el reggaetón de las películas, esta hermosa escena sería reggaetón del viejito.
-La incriminación del Chavo:
Ni a Javier Duarte le hicieron tantas acusaciones como al Chavo. Afortunadamente él sí regresó con la frente en alto, aunque eso sí, con cero abundancia.
-Las fotografías de Maggie:
Los Simpson te hacían reír 20 minutos y llorar los últimos 10 segundos. Ahora lo único que nos causa llanto es ver las horribles nuevas temporadas.
-La canción de Miguel:
Ni las chanclas de nuestras mamás nos hicieron llorar tanto como un par de estrofas de la abuela Coco.
-La donación de Andy:
Antes de la innecesaria cuarta entrega de Toy Story, nos despedimos de Woody y de nuestra infancia en menos de 2 minutos.
-El final de la primera temporada de En Familia Con Chabelo:
¿Cómo olvidar ese domingo en el que Chabelo le dijo adiós a más de 40 años de programa? Por fortuna la segunda temporada durará 60 años.