Personas que no cuidaron bien su huevito en la secundaria ahora son tóxicos: estudio

Son padres irresponsables

México.- Un estudio antropotrágico reveló que el 99% de los adultos que ahora son bien irresponsables, tóxicos y que nunca le hacen caso a sus bendiciones tienen algo en común. Sucede que en la secundaria no cuidaron bien de su huevito

Como muchos saben, en ese momento de la vida académica a los profesores se les ocurre que los alumnos se unan en parejas y se dediquen a cuidar un huevito durante un par de semanas. Este proyecto del bebé huevo según nos enseña a ser más conscientes y menos desmadrosos, pero son puras patrañas.

Ya pasado el tiempo, esos mismos individuos que rompían su huevito bebé al día siguiente, ahora son las mismas personas que dejan a sus criaturas para que la abuela las cuide. O sea que esta situación podría ser el origen de todos los traumas.

“Voy por unos cigarros y un huevito”, dijo un papá que ya nunca regresó

En consecuencia, la Secretaría de Educación Pública planea que, si los estudiantes de secundaria no le echan ganas en su proyecto del huevito, se les prohibirá tener hijos en su vida adulta. E incluso no podrían tener perrhijos, gathijos, panthijos y lagartijos.

Esta regla sólo podrá cancelarse cuando estos irresponsables sujetos logren superar la prueba del huevo. Por lo que tendrán que comprobar que pudieron cuidar el huevo cuatro semanas seguidas sin que se rompiera y sin hacer trampa.

Asimismo, los padres y madres tóxicos deberán volver a la secundaria para tomar un curso intensivo de cómo cuidar el mentado huevo. “Vamos a quitarles a sus hijos hasta que pasen la prueba”, amenazó un trabajador social mientras llevaba a tres niños a vivir a casa de los Flanders.

Importante: Recuerda que El Deforma es un sitio de entretenimiento, humor y sátira. El contenido en nuestras notas NO debe de ser tomado como una fuente real de información, aun cuando algunos elementos de la nota sean parte de la realidad. La única sección en donde el contenido de las notas es 100% real es en “Increíble pero cierto”.