Cosas raras del Internet
En las redes sociales se han compartido cosas inusuales que fascinan y aterran a la vez a las personas. En esta ocasión han circulado unas imágenes de un gigantesco murciélago en las Filipinas que puede alcanzar el tamaño de una persona promedio.
Este animal se le conoce con el nombre de murciélago diadema o zorro volador y es endémica de Filipinas, donde vive en zonas arboladas de las selvas de Maitum, provincia de Sarangani. Su especie se llama Acerodon jubatus y es un raro megaquiróptero de la familia Pteropodidae.
El murciélago diadema de Filipinas es el murciélago de mayor tamaño conocido en el mundo, con una envergadura media de 1,5m. Por suerte, solo comen fruta.
Sales un día al jardín y te encuentras un amigo de estos ¿qué haces? pic.twitter.com/C5fuQYq3XT
— Viraljodas (@Viraljodas) June 28, 2020
Es el murciélago de mayor tamaño conocido en el mundo y actualmente está catalogado como una especie en peligro de extinción debido a su caza intensiva para obtener su carne para platillos exóticos o por simple deporte.
Una de sus características es que carecen de cola y tienen una semejanza facial con los zorros; por su largo hocico puntiagudo, grandes ojos y sus orejas pequeñas. A diferencia de otras especies más pequeñas, estos murciélagos de la fruta carecen de ecolocalización.
Las impactantes imágenes fueron compartidas por una usuaria de Twitter y pronto se viralizaron en Internet causando temor por su gran tamaño al ser comparado con la altura de un hombre local. De acuerdo a expertos, los murciélagos diadema pueden medir alrededor de 1.7 metros y pesar 1.2 kilos.
Sin embargo, contrario a las creencias es una especie inofensiva que sólo se dedica a comer frutas y algunos insectos. Son considerados como “sembradores silenciosos” y juegan un papel vital en la polinización de la región y control de plagas natural.
Es por ello que las autoridades han pedido a la población de las Filipinas el cuidar a este peculiar megaquiróptero y evitar diezmar su población procurando no lastimarlos y educar a otras personas de dejarles en paz.