Ya no los verás tan inocentes
Jardín del Edén Noventero.- Todos aquí salvo los centennials recuerdan a los tazos, ese maravilloso coleccionable en forma redonda de la década de los 90s que salía en las papitas y en las cajitas Sonric’s, y que llenó la infancia de los niños de esa época, misma que nunca volvió, y en el basketball de la actualidad lo podemos constatar.
El origen de los Tazos que nunca te contaron
A pesar de haber tenido éxito no sólo en nuestro país sino a nivel mundial, pocos saben el verdadero origen de este juguete/coleccionable, y todo se debe al ingenio de un hombre llamado Pedro Padierna, quien no tiene ninguna relación con los Picapiedra, y quien fungía como director de la empresa de tanques de oxígeno y papitas, Sabritas, quien implementó el coleccionable para levantar las ventas en 1994.
Sin embargo, la aparición del ‘Tazo‘ tiene un origen oscuro, pues Padierna sacó la idea de los ‘POG‘ que estaban de moda en Estados Unidos y que eran unas tapitas ilustradas de jugos de los 80s, y los ‘POG’ a su vez surgieron en Hawaii durante la II Guerra Mundial, cuando los niños no tenían juguetes y tenían que usar tapas de leche para apilarlas, teniendo que arrojar una para ver quien derrumbaba más, aunque en México se trataba de voltear de uno en uno, pero eso ya es otra historia.
El nombre ‘Tazo‘ a su vez viene del nombre de un juego que practicaban los boomers en México llamado ‘Taconazo‘ que consistía en patear botellas lo más lejos posible (¿Pueden creer que esa generación que se entretenía con eso alcanzó a jubilarse y a comprar terrenos baratos?).
.“Estábamos muy felices de ver a nuestros clientes disfrutar del juego”, contó Pedro en esa entrevista de aquellos años.
Finalizamos esta nota con un tip comercial y mercadológico: Si vuelven a sacar Tazos de las películas o series clásicas de Disney, caricaturas como He-Man, Thunder Cats u otra vez de los Simpson, los chaovorrucos que aún no podemos superar los pepsilindros y a Jordan, compraríamos de una jalón todas las papitas de la tienda para hacernos de toda la colección.
Neta, unos tazos de Pato Aventuras o de Dragon Ball serían irresistibles.
