México.- El director mexicano Guillermo del Toro, luego de una vida de logros y éxitos, logró lo imposible: modificar la historia de México. Gracias a la intervención de Del Toro ante el presidente Benito Juárez, este perdonó la vida del Ex Emperador Maximiliano de Habsburgo.
Todo comenzó la mañana del pasado 12 de mayo, cuando Juárez anunció que el dictador proveniente del Imperio Austro-húngaro sería fusilado por atreverse a profanar con su planta suelo mexicano. Al momento, diversas personalidades del ámbito cultural e intelectual levantaron la voz.
“¿Pero cómo es posible que vayan a matar a Max, que tantas cosas buenas hizo por la cultura
?”, lamentaron varios actores de teatro en la gaceta local. “Puso teatros, casas de beneficencia, salones de lecturas, no es justo cómo lo tratan”, reclamaron otros. Fue entonces que Guillermo Del Toro decidió meter su cuchara.“Estimado presidente Juárez, pido a su persona que reconsidere esta medida que podría afectar el ánimo de los mexicanos y su espíritu”, tuiteó Guillermo del Toro, tras lo cual Benito pidió una reunión inmediata con él.
No sólo Juárez pidió perdón a Del Toro y a Maximiliano por los agravios, sino que además se ofreció a producir la próxima peli de Memo con dinero del pueblo. “Somos novios, mantenemos, un cariño, lindo y puro”, comentó Juárez, aunque ya nadie sabía qué estaba pasando.
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