Le echó el ojo a sus rodillas, por eso lo tomó prisionero
Región Caníbal.- Una reciente investigación histórico-antropológica ha revelado que Hernán Cortés habría tomado prisionero a Cuauhtémoc para sacarle el líquido de las rodillas, pues como todos sabemos, dicha substancia era más valiosa que el mismísimo oro, incluso en esa época.
Lo que Cortés quería de Cuauhtémoc era el sinovial de sus rodillas
La investigación se habría llevado a cabo sobre los restos del antiguo Templo Mayor donde se encontraron restos de rodilla de muchos prisioneros, justo al lado de los miles de cráneos apilados que sirvieron para el pozole de las fiestas patrias mexicas.
“Para los españoles, el sinovial de la rodilla era más valioso que la gloria, el poder e incluso que los metales preciosos, por eso se los sacaban a sus prisioneros”, señaló el investigador, dándole un nuevo contexto a la tortura que Cuauhtémoc sufrió a manos del señor Malinche.
La tortura se habría prolongado por horas hasta que la última gota del líquido fue extraído del Tlatoani guerrero, quien no pudo caminar por casi 2 semanas hasta que se le regeneró el sinovial mientras sus guardianas bailaban al ritmo de flamenco.
“¡Ahora te voy a sacar el líquido de las rodillas!”, profirió Cortés a Cuauhtémoc según relata el historiador Bernal Díaz de Sahagún en sus crónicas.
Acorde al relato histórico que hace el mismo cronista de la Conquista, Cortés le habría echado el ojo a las rodillas de Cuauhtémoc desde que lo vio por primera vez, pues sabía que nomas con el líquido de él podría comprarse una hacienda en el Bajío.
“Pero joder, observa esas rodillas robustas, Bernal”, le habría dicho el fundador de México a Pedro de Alvarado al ver las rodillas tipo Roberto Carlos del Tlatoani.
Hablando de infancias robadas, en estas caricaturas el ‘malo’ era mucho más chido que el personaje principal.