México.- Lo que nació como un proyecto performático de estudiantes de la Ibero, terminó en una idea para negocio que dio bastantes frutos gracias a la suma monetaria que les proporcionaron sus padres… perdón, sus inversionistas. Fue así como nació el proyecto de mueblería “Van Gardgh Project”, donde venden muebles son señoras acostadas incluidos.
“Creemos que este tipo de idea emplea a mujeres mexicanas con pocos estudios para ser rentadas como una especie de figura materna que, tras un día de labores, termina en el sillón acostada de ladito y con una mano que sostiene su rostro. Es realmente innovador”, comentó Nikté Ruvarca de la Huerta, estudiante de arte y empresaria.
El fin de este tipo de muebles es combatir la soledad de las personas que compran muebles fijándose en el diseño y no en el precio. “Es duro ser un business development executive todo el día. A veces solo quiero llegar a casa
y saber que hay alguien que no está trabajando tanto como yo, me relaja”, comentó Abraham Segura.El precio del sillón con una señora durmiendo o despierta viendo algún reality show no incluye el chihuahua o perro faldero que la acompañe en su siesta. La señora puede o no comprar pollo rostizado en caso de que tengas hambre, todo depende de su humor, por lo que la mueblería no se hacer cargo de cualquier otra discrepancia entre el dueño del mueble y la señora.
Parte de los requisitos es tener un televisión con cualquier dispositivo de entretenimiento y una ventana para que entre el airecito y se pueda mantener ventilada. Ser mayor de edad y ser de la Ciudad de México porque el seguro del sillón le prohíbe a la señora hacer viajes largos que la cansen de más.
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"Puso en riesgo las relaciones bilaterales con ese país" , espetó el mandatario
CLONADAMENTE CIERTO
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