El castigo por perder al mejor de nosotros
28 de mayo de 2016.- Las imágenes de un niño entrando a la jaula de un Gorila. El mundo fue testigo y cómplice del disparo. La sociedad se dividió pero un ser ya había perdido la vida. Harambe murió a tiros de sus guardias, la justificación era la protección del menor. Los memes nacieron de la muerte. Una muerte que nunca debió llegar.
De acuerdo a las Guerras Meméticas del Siglo XXI, diversos acontecimientos tuvieron lugar alrededor del mundo. Todos enigmáticamente tenían un punto de partida: esa fecha oscura. El ser humano se elevó por todos los medios contra sí mismo. Nunca imaginamos que la bola de nieve venía hacia nosotros.
Guerras civiles, el ascenso de la ultraderecha en distintos países, la censura en beneficio de la protección de todos. Una pandemia como última sucesión para recordarnos vulnerables. Hoy es 2082, el tiempo se mide de forma distinta. Nacen 600 humanos al año, si fueran más levantaría sospechas de los eternos. En algún momento de esta vida empezamos a olvidar quiénes eramos. Ya no hay más información al respecto, todo fue consumido hasta sus cenizas.
Hoy mueren mil personas más. Los recursos son escasos y los que sueñan despiertos consumen más energía de la que pueden procesar. Mis padres dicen que todos nos congelaremos hasta que la pesadilla termine, que alguien vendrá a salvarnos cuando sea un mejor presente para todos. ¿Pero lo habrá?
Qué hay de todos aquellos que despertaron y se arrancaron la vida ante lo que vieron. ¿Estarán mejor ahora que duermen profundamente?