Lo que sea de cada quién
2020.- El filósofo Yordi Rosado aseguraba que vivimos en una modernidad líquida. Lo que antes era amado, ahora es odiado y viceversa. O si no, pregúntenle a Kevin Spacey, a los pantalones de mezclilla o al reggaetón. Muchas bandas o solistas han sido testigos de ello.
Y es que, a inicios del nuevo siglo, se nos hizo fácil criticar el gusto ajeno. Y no sólo al fanático, sino también al artista. De pronto, profesar gusto por artistas como Ricardo Arjona, Enrique Bunbury y hasta Mago de Öz se volvió motivo de burla y escarnio. Incluso, algunas páginas autodenominadas “satíricas” han hecho su agosto al mofarse de estos artistas.
Pero, dado que ya estamos en el 2020 y cada quién puede defender su mal gusto, es momento de develar algunas bandas con las que nos hemos pasado de carrilla. Lo cierto es que son bandas que, aunque sean chocantes, se defienden muy bien en el terreno musical. A tal grado, que han permanecido vigentes y con bases de fans muy sólidas.
Así que no te hagas, porque seguro te gusta alguna:
Maná
Lo sabemos. Qué flojera el botox de Walter Mercado. Qué hueva su actitud de chavorrucos comprometidos. Pero… Maná tiene un “no sé qué” que qué se yo. A lo largo de su carrera, han anotado no uno, sino varios hits que, seamos honestos, todos hemos tarareado, ya sea en la peda, en la oficina o en el coche con tu papá.
¿Su último buen disco? Revolución de amor. ¿Su última buena canción? Este rolón.
Ricardo Arjona
Búrlate lo que quieras de Ricardo Arjona, pero no me digas que no sabes qué sigue a las palabras: “Era las 10 de la noche, piloteaba mi nave…”. Durante años, Ricardo Arjona se ha vuelto el blanco de burlas porque, en el fondo, todos disfrutan de una o dos de sus composiciones. Que si es mal compositor, que si le copia sus ideas a otros, la verdad es que a estas alturas vale máuser. Mejor cállate y canta:
Moderatto
Qué grandes los ha de tener el pequeño Jay de la Cueva para aventarse una banda de chiste y volverse el rockstar de la chaviza. El talento de este ex integrante o integrante de Microchips, Titán, Fobia y lo que se le sume en la semana rindió frutos en un proyecto divertido, alivianado y que, bajita la mano, no ha dejado de pegar en los últimos 20 años. Toma eso, León Larregui.
Díganme que esto no suena bien perro a décadas de su lanzamiento:
Flor Amargo
¿Qué nos molesta de Flor Amargo? ¿Su excesiva felicidad? ¿Su origen en la música callejera? ¿Su talento desbordado, acaso? Tal vez la lección sea que una sociedad tan triste y enferma no está preparada para el pop catártico de Emma.
Dale chance:
Ed Maverick
El Ed Maveri no ha hecho otra cosa que ser un morro inestable emocionalmente, con mucha sensibilidad y algunos éxitos bajo la chistera. Si eso es motivo para burlarnos de él también es motivo para oír sus rolas antes de criticarlo.
Enrique Bunbury
¿En qué momento Enrique Bunbury pasó de ser uno de los artistas con más prestigio de la música en español a volverse el protagonista de memes que lo comparan con LP? No lo sabemos, ya que, salvo por sus últimos dos discos, Bunbury ha mantenido una carrera muy interesante. Su voz puede ser castrosa, pero lo cierto es que está más cerca de ser un Nick Cave región 4 que una mala imitación de Jim Morrison.
Los Héroes del Silencio
Juan Valdivia, Joaquín Cardiel, Pedro Andreu y el ya mentado Bunbury no murieron en la cruz del rock español para que tú los consideraras una banda “para nacos”. O bueno, sí, pero aguas, que somos varios millones de naquers dispuestos a poner “La chispa adecuada” a todo volumen.
Natalia Lafourcade
Si algo hay que reconocerle a Natalia es que es ella, y no otra, la Lafourcade original. Ya después llegarían Mon Laferte, Carla Morrison y Ximena Sariñana, pero la reina de los clones no es otra sino la que nos puso a bailar, en pleno 2000, “En el 2000”:
Mago de Öz
Dos palabras: Fiesta Pagana. Otras tres: Molinos de viento.
PXNDX
Nah, es broma, la verdad Panda sí da asco.
U2
Todos odiamos a Bono, pero antes de que su personalidad acapara todo U2, la banda tuvo excelentes discos, como el Achtung Baby que les produjo Brian Eno.
Bad Bunny
Criticar a Bad Bunny por reguetonero facilón es taaan 2018. Hoy, en pleno 2020, ha demostrado ser una de las voces más prominentes y exitosas, con todo y su peinado de hot cake y su acento puelto liqueño. Ya quítate el prejuicio de bohemio rockero y mueve el bote, como se debe.