A un lado Barbie, esta abuelita mexicana vende muñecas de Frida Kahlo para conquistar el mercado

¡INCREÍBLE PERO CIERTO!

¿Todavía te acuerdas de esa Barbie tan preciosa que tanto vestiste y arreglaste, que tantas veces la casaste con Ken? ¿Y te acuerdas de todo ese sentimiento de estar fuera de lugar porque no era como tú? Pues las niñas del futuro no tendrán que sentirlo porque llegó la muñeca Frida Kahlo, tan mexicana como tú o incluso más.

Una señora mexicana se decidió a poner en alto a los valores y características nacionales creando “las Friditas“, muñecas estilo Barbie o Bratz pero imitando el estilo de la pintora y estrella de la selfie, Frida Kahlo. Mismas que vende en las calles de la Ciudad de México con la humilde esperanza, no sólo de juntar unos pesos, sino de legitimar la belleza mexicana.

Aquí las fotos:

La señora no ha dado todavía el salto de la viralidad, cosa que realmente depende de que, usted que lee esta nota, le dé publicidad. Sin embargo, los buenos samaritanos de la virtualidad mexicana ya se encargaron de encontrar su ubicación para que las niñas y quien guste una muñeca de Frida

puedan adquirirla.

Habemos muchos que podríamos preguntarle a la señora por qué eligió a Frida, una mujer que si bien es exitosa, su obra se basa en un sentimiento de inferioridad y de codependencia con Diego Rivera, quien la maltrataba y a quien ella tanto se entregó, demeritando incluso su propia salud.

Por ejemplo, en este autorretrato, Frida pinta simbólicamente a Diego en su frente y con un tercer ojo, como lo tienen los Dioses, véase Ten Shin Han. Esto qué nos dice, si no que apoya la relación de sumisión que vive y una idea no muy buena para las niñas de México. Dicho sea de paso, tremendo insulto comparar a mi Dios Ten Shin Han con el panzón de Rivera.

Pero bueno, es una mexicana en lugar de una güera oxigenada, ¿no?

Aquí le dejo un video donde el pintor Antonio García Villarán repasa no sólo la carrera de Frida, si no que hace una crítica constructiva de su obra y sobre todo que puntualiza como los valores que enarbola la pintora podrían ser tóxicos para la mujer.

Los queremos mucho, no importa si les gusta Frida o no… y compren muchas Friditas y menos Barbies