México.- Por disposición oficial, todos los millennials y chavorrucos que tengan más de 25 años y sigan viviendo con sus papás tendrán derecho a escribir su cartita a los Reyes, irse a dormir temprano y despertar con la emoción de ver sus regalos al día siguiente.
Con esta iniciativa se pretende seguir consintiendo a los pequeñines de la casa, quienes se rehúsan a volar del nido familiar; o ya desean salirse, pero no les alcanza ni para rentar medio cuarto de azotea.
“Mi Miguelito todavía está bebé y se porta bien, por eso los Reyes le siguen trayendo lo que pide cada año”, comentó doña Hortensia, señito de 67 años, mientras compraba una consola de video y unos tenis bien acá.
Según datos del INEGI, la mayoría de los jóvenes mayores de 25 que aún viven en “situación de padres” le piden a los Reyes un trabajo estable, una tesis terminada, una relación no tóxica y una botita de mota (en lugar de la tradicional Tutsi-bota).
“Son peticiones sencillas, pero algunas de ellas muy difíciles de conseguir, sobre todo la mota, porque los polis nos la decomisan”, sentenció Baltazar.
Asimismo, los más “betabeles” que aún siguen atrapados en la casa de sus padres le piden a Melchor, Gaspar y Baltazar un kit de medicinas para la gastritis, migraña, etc., una playera con alguna banda de Metal o similares (para seguir rocanroleando forever, forever, forever), y un seguro contra accidentes, enfermedades y muerte.
Por su parte, los jóvenes que por fin ya consiguieron independizarse lamentan que los Reyes ya no les traigan nada, y que deban arreglárselas por cuenta propia. “¡Por favor, déjenme regresar, allá afuera en la vida adulta hace mucho frío!”, imploró un joven de 28 años, mientras tocaba enloquecidamente la puerta de la casa de sus papás.
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