Increíble pero cierto

Clásico que abres una tarjeta navideña y un trabajador esclavo te pide que lo rescates

Jo jo jo feliz navi… ayúdame por favor, esto no es un meme

Una fábrica.- Cuántas veces nos hemos reído del meme de “este no es un meme”. Yo les diré cuántas me reído: MILES. En cambio, cuando un meme sobre un meme se hace realidad, no lo sé, chicos y chicas, creo que se convierte en algo incómodo. Por ejemplo, que en una tarjeta navideña alguien te pida ayuda.

No hablamos de “Hola querido primo, te odio en secreto”, no nada de eso, en realidad se trata de la triste historia que el capitalismo ha querido enterrar por décadas: la explotación laboral humana con fines de consumo.

Oye Deforma, es Navidad, no la ching…

Perdón, pero alguien tiene que salir con la noticia ácida para arruinarle la felicidad a otros. Siento que esa persona tenga que ser yo, pero ahí les va la información.

Resulta que una niñita rubia que no es Greta Thunberg pero que se parece, recibió una tierna e inocente tarjeta navideña de parte de alguno de sus familiares. Florence Widdicombe nacida en Inglaterra, qué demonios iba a saber de esclavitud

moderna hasta leer la siguiente anotación.

“Somos prisioneros extranjeros en la prisión Qingpu de Shanghái, China. Forzados a trabajar contra nuestra voluntad. Por favor ayúdennos y notifiquen a la organización de derechos humanos”

Los padres de la pequeña pensaron que se trataba de una broma, hasta llamar a Peter Humphrey, ex periodista que investigó sobre el caso, mencionado por los fabricantes de la tarjeta.

En realidad se trataba de una cárcel donde se practican trabajos forzados a cambio de un poco de dinero que cubren las necesidades básicas de los prisioneros.

El terrible negocio de las tarjetas navideñas en el mundo

Al intentar hablar con la tienda departamental sobre el caso y por qué reciben mercancía que proviene de la esclavitud humana, la tienda dijo: “si sabe de una mejor forma de decirle a sus seres queridos que los quiere en esta Navidad

, díganmelo”, a lo que todos contestaron que no.

Mientras tanto, se retiraron las tarjetas navideñas para que no hicieran más daño.

Por su parte, China dice que esto es un plan maestro para destruirlos, pues no saben lo que significa trabajos forzados, para ellos es el simple hecho de ponerse la camiseta por el país.

Redacción

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