México.- Gilberto Suárez, ilustre y agradable sujeto oficinista de una agencia de seguros, reveló esta mañana que quedó completamente satisfecho con el regalo que recibió en el intercambio que organizaron sus colegas de la oficina.
“¡Ah, numá, unas lengüitas de gato, una máquina para hacer masaje de pies y cuatro juegos de calcetines, wey, era justo lo que quería, cómo lo supiste!”, exclamó todo eufórico y emocionado el Godín mientras corría a abrazar a Pancho, su compañero de intercambio.
Si embargo, algunos de sus compas de la oficina sospechan que el Gilberto nomás tuvo un ataque de sarcasmo y que, en realidad, no le gustó ni tantito su regalo. “O sea, no mms, quién se va a emocionar tanto con unos estúpidos calcetines”, dijo Pancho aún sacado de onda.
Otros empleados aseguran que Gilberto ya andaba bien pacheco y que por eso experimentó un profundo ataque de “Paz espiritual”, lo que produjo que agradeciera sinceramente el regalo de Pancho. “Ya luego volverá a su estado natural y se quejará del intercambio”, comentó la jefa de Recursos Humanos.
Por último, el señor Montgomery Slim, al mirar la alegría y satisfacción de Gilberto, ordenó de inmediato que lo ascendieran a gerente de piso, “necesitamos más empleados como él, con su energía, con sus ganas de vivir”, expresó el jefe a su achichincle.
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