“Eres hermoso tal como eres, te lo juro por Huitzilopochtli”, declaró el tlatoani
México Tenochtitlan.- El emperador Moctezuma Xocoyotzin, segundo en su nombre, supremo tlatoani de la gran Tenochtitlan, dominador de Texcoco, terror de Tlaxcala, jefe de jefes, señor del fuego nuevo, padre de xoloitzcuintles y nieto del poeta Nezahualcóyotl, acaba de adquirir al famoso perricornio para su exclusiva colección de especies exóticas.
Según relató Bernal Díaz del Castillo, periodista chismoso del reino, el emperador Moctezuma estaba en un rico baño de temazcal cuando uno de sus guerreros le informó que en las lejanas tierras de Aridoamérica había nacido un extraño perro unicornio, conocido por los chichimecas como perricornio.
Moctezuma Xocoyotzin de inmediato envió a seis hombres de la nobleza hacia el norte para conseguir al preciado xoloitzcuintle con cuernito (que en realidad es una cola). Los aztecas comisionados en esta misión llevaban consigo collares de jade, brazaletes de oro, preciosas plumas de quetzal, y unas cuantas barras de chocolate nikolo, para pagar por el perrito.
“Tomen esta humilde ofrenda y pónganle aguacate, allá en Tenochtitlan nos sobra el oro”, dijeron los macehuales a los señores de Misuri, quienes aceptaron el pago y entregaron al perricornio con la condición de que el señor Moctezuma le diera amor, cariño, carne de guajolote sin gluten y un amplio espacio en su zoológico.
Al cabo de unos días, los allegados al emperador mexica llegaron con el precioso can y se lo entregaron de inmediato a Moctezuma. Luego de una ceremonia con copal, teponaxtles y sonidos de caracoles, el emperador se retiró a sus aposentos con el sagrado perricornio.
“Oh, hermoso xoloitzcuintle con cuerno, preciosa joya del Dador de Vida, tu presencia es más sagrada que el ahuehuete, el peyote y cacao, aquí en mi jacal estarás a salvo, oh unicornitzin, oh supremo perricornio”, concluyó el emperador.