Increíble pero cierto

Ya llévatelos Diosito: Los influencers te están cobrando por ser tus “amigos”

¿Son los influencers lo peor que le ha pasado a la humanidad? No, pero se acercan.

Vivimos en una sociedad – No conformes con mendigar a las marcas por productos, tomarse fotos sin playera cada que ocurre una tragedia o grabar el funeral de sus papás a cambio de likes, los influencers ahora están cobrando por ser “tus amigos“.

Por una jugosa suma de dinero, estos influencers pueden escribirte cartas personalizadas o rentarse una hora al mes de llamadas por Skype. Esta nueva moda, por suerte, todavía no llega a los influencers mexicanos… dijimos TODAVÍA.

Pero tenemos como ejemplo a Gabi Abrao, una artista e influencer de estilo de vida con 94 mil seguidores en Instagram que tiene todo un sistema de recompensas para ti según qué tanto dinero le des:

Por 3.33 dólares (65 pesos) al mes tienes acceso a sus Instagram Stories de Close Friends. Una ganga. Ahora bien, por 22 dólares mensuales (431 pesos) obtienes “textos extensos sobre reflexiones de la semana” y “un mantra para llevar a la semana”. Pero pero pero, si eres un pobre niño rico con más dinero que sentido común, puedes pagarle 222 dólares al mes (4,300 pesos) por un correo o carta personalizada.

Otra influencer, Caroline Calloway, con 724 mil seguidores en Instagram, te ofrece una llamada por Skype por 100 dólares o 1,962 pesos. Un mejor trato que la morra anterior, si me lo preguntan, pero una estafa a fin de cuentas.

Me pregunto si tendrán un paquete especial en el que te reciben llamadas a las 3 de la mañana mientras tienes un colapso emocional u otro en donde te acompañan al hospital, tal vez uno en el que pasan horas completas contigo hablando mal de tu ex sólo para hacerte sentir mejor. Esas cosas que hacen los amigos de verdad más allá de platicar contigo una hora al mes por Skype.

No sabemos exactamente cuánta gente está pagando por estas recompensas, pues la información de los Patreon es privada, pero al parecer es una nueva modalidad que va cobrando fuerza entre los influencers. Tal vez pronto lo veamos en México o tal vez la precariedad de nuestro país mantenga estas modas en el primer mundo donde pertenecen.

Pero bueno, si les sobra un dinerito y se lo quieren dar a un influencer pueden dármelo a mí para pagar mis aparatos ortopédicos. Nomás digo.

Seguiremos informando en lo que los influencers terminan de colapsar la civilización.

Redacción

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