Inktober – Todos conocemos una historia de un tatuaje malo. Clásico que te haces uno en la peda, aprovechando una promoción o por apoyar a tu hermano que se acaba de comprar una máquina para tatuar, y terminas con la piel llena de ardor y el corazón de arrepentimiento. Pero ni modo, te aguantas. A menos que seas este compa que se quitó el suyo con un rallador de queso.
En un hilo de Twitter encontramos la historia de esta misteriosa persona con rayones azules en la cara. Este vato se tatuó un símbolo extraño que no logramos identificar, porque no somos tan satánicos, pero pues al compa no le gustó. Y con justa razón, se ve medio malhecho.
Pudo habérselo tapado con otro tatuaje más chingón. Pudo háberselo quitado con un rasho láser. Pero no, prefirió mutilarse con un rallador de queso como todo un maldito psicópata. Ni las víctimas de Saw se atrevieron a tanto.
Como evidencia, adjuntó una foto del rallador de queso lleno de sangre, junto con fotografías de su evolución. Aunque al principio todos pensamos que se trataba de un gran error, resulta que al final le quedó la piel lisita como si nada hubiera pasado.
Igual y si te acercas sí se nota, pero más bien parece que se quemó o algo así, no que se hizo daño de una forma completamente salvaje e innecesaria.
La historia fue dada a conocer en Twitter por un compa del psícopata y, según su perfil , son personas de Buenos Aires, Argentina.
Por lo pronto, la cuenta original no ha contestado el por qué detrás de esta decisión y no simplemente cubrirse el tatuaje, pero nos imaginamos que la respuesta es “porque se odia a sí mismo”. Y bueno, ¿quién no?
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CLONADAMENTE CIERTO
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