México.- Gregorio López, chavorruco de Coyoacán y garnachero alfa, logró transformar toda su manteca en puro músculo luego de no pronunciar ninguna grosería durante más de 24 horas. Esto provocó que se pusiera mamadísimo sin necesidad de ir al gimnasio.
Goyo confesó que este trucazo lo aprendió gracias al video de la señora que se indignó por la publicidad grosera. “Decir groserías nos hace vibrar en una frecuencia muy baja y nuestra fuerza disminuye, por eso ya no digo malas palabras, para conservar mis preciosos músculos”, explicó el chavorruco mientras se besaba sus brazos de Popeye.
Gregorio dijo que ahora gracias a su súper fuerza, su ki aumentó muchísimo, además que siempre está vibrando en frecuencias altas y sus chakras están alineados completamente. “De hecho, puedo destapar una caguama con sólo verla”, presumió el fortachón sujeto.
Por su parte, la doña Pelos que lo atiende todos los días, afirmó estar muy sorprendida con el cambio de Gregorio, pues siempre le había parecido un tipo debilucho, lépero
y malhablado, pero ahora es fuerte, cortés y se expresa sin ninguna palabra que haga llorar a Diosito. “Eso sí, sigue pidiendo su Coca de medio litro cada vez que viene a comer”, aseguró doña Pelos.El chavorruco afirmó que ahora aguanta tres garrafones sin cansarse y que incluso puede soportar todo el peso de la indiferencia de su vecina (de la que vive enamorado, pero no lo pela). Sin embargo, también dijo que le preocupa que se le salga una palabrota y esto lo vuelva a convertir en un hombre débil.
“Siempre que estoy caminando descalzo cuido no pegarme en el dedo chiquito del pie para que no se me escape una grosería y pierda mi súper fuerza. Decir una mala palabra es mi kriptonita y podría destruirme en cuestión de segundos”, concluyó Goyo.
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