¿Todo bien en casa?
México.- La Asociación Nacional de Psicólogos y Taxistas de México, en coordinación con la Secretaría de Salud, anunciaron en un comunicado oficial que serán sometidas a tratamiento psicológicos aquellas personas que no les guste el aguacate.
“No encontramos razón por la que un individuo pueda rechazar un alimento tan particular, suculento y nutritivo; por ello creemos que algún trauma originado en la infancia primera determinó su rechazo por el aguacate”, matizó Carlos Vilchis, chofer de Didi y psicólogo clínico.
Otros especialistas en psicología y aguacatelogía sostienen que no haber desarrollado un gusto por el aguacate indica que el individuo tiene serios conflictos con la figura paterna, pues el aguacate es una representación inconsciente de los testículos, según Freud.
“De manera que los que no aceptan comer aguacate, tienen un reflejo condicionado sobre la relación con sus progenitores hombres; inconscientemente rechazan al padre como figura de autoridad y macho alfa”, aseveró Elma Canon Moreno, especialista en esos asuntos.
Sin embargo, algunos antropólogos aseguran que el verdadero problema de que la gente no quiera comer aguacate no radica en algún problema psicológico, sino económico: “no comemos aguacate porque está re pinchi caro, casi cien pesos el kilo, numá, así no se puede, valedor”, concluyó Emiliano Villa, joven chairo de la carrera de Antropología Rural.