Están hartos de los niños gritones
México.- Luego de esperar nueve largos años para que saliera oootra aventura de Toy Story, miles de chavitos de treinta años (o aun más rucos) se declararon felices y conmovidos de que Pixar aún no los haya olvidado y los haya complacido con la cuarta entrega de dicha animación.
Desafortunadamente, su felicidad no fue completa, pues varios chamaquitos latosos y escandalosos han abarrotado estrepitosamente las salas de cine para ver este peliculón animado, sin haber visto las películas anteriores de Toy Story en la pantalla grande, pues ni siquiera existían.
En consecuencia, un grupo de chavorrucos alfa, gastritis tipo B, dolor de rodilla, principios de calvicie, próstata descuidada, playera de Gokú, panza de Thor, tenis Adidas, muelas con caries, quincena vencida y morralito con Diclofenaco, se congregaron a las afueras del cine para exigir que Toy Story 4 sea clasificación C, no apta para niños menores de 30 años.
“Estamos hasta la madre de que una bola de escuincles todos mecos se la pasen gritando y no nos dejen disfrutar esta película de culto”, aseveró Esteban Gutiérrez, chavito de 32 años, quien fue víctima de un ataque de palomitas durante la proyección.
Otros chavorrucos aseveraron que es sólo una necedad de los padres cuando llevan a sus hijos a ver películas para niños grandes, pues los morritos se aburren de inmediato y no comprenden la profundidad y la complejidad de una historia como la de Woody y toda su bandera.
“Pixar hizo esta película pensando en nosotros, la hizo para enseñarnos a renunciar a las situaciones que no nos hacen felices y para aprender a decirle adiós a los amigos cuando el verdadero amor toca nuestros corazones, ése es el mensaje, y no creo que un chamaquito de 9 años esté preparado para tan grande revelación”, comentó Fernando Baeza, niño de los 90 atrapado en el cuerpo de un señor de 31 años.
Hasta el momento, los cines no han respondido las demandas de la comunidad chavorruca, pero recomendaron que compren los boletos de las funciones de las diez de la noche para evitar que los niños “arruinen la función”, “o si no, espérensen a que salga en VHS, la neta, ches ñores inmamables”, concluyó Brandon, empleado de cine.