Hachiko nivel: lo meten al bote y su perrita lo espera un año a que salga

Amor de lomito

Mundo conmovedor.- Si esta semana no has tenido tu merecida y necesaria dosis semanal de “recuperar la fe en el mundo”, pues agárrate, porque te traemos lo que viene siendo una bella noticia de fidelidad, amor, bondad y un lomito.

Allá, en el país del choripán, Argentina, un medio local compartió la historia de Sheila, una esponjosa perrita de cuatro o cinco años, mitad golden y mitad raza única, que lleva un año viviendo en la Comisaría Departamental de 25 de Mayo (provincia de Buenos Aires), donde se encuentra recluido su dueño, cumpliendo una pena de tres años y medio por asalto.

Esta perrita espera a que su dueño salga de prisión, y mientras tanto ya se ganó el cariño y amor del personal de la dependencia, de modo que tiene permitido pasear dentro de la misma, además acompaña a los polis de a pie cuando están patrullando las calles.

Según relato el subcomisario Juan José Martiní, es probable que la perrita haya seguido a su dueño cuando fue detenido, y ahora Sheila también cumple una condena por robo, puesto que se robó el corazón

de los agentes.

“Acá todos la atienden y la cuidan, le dan de comer y agua. Como muestra del cariño que se ganó, hace un tiempo otro perro, un dogo, la atacó y la lastimó bastante. Enseguida el personal la llevó a una veterinaria donde la curaron y estuvo 15 días internada, y los gastos se cubrieron desde la comisaría”, comentó Martiní para el medio La Arena.

Por tratarse de un lomito tan fiel, esta perrita tiene permitido ir a ver a su dueño, y hasta duerme adentro de la Comisaría. “Ella hoy está aquerenciada acá y supongo que cuando su dueño se vaya en libertad se irá con él, si eso ocurre seguro que la vamos a extrañar”, agregó Martiní.

Bueno, pues ojalá pronto le hagan su película a Sheila, esperemos que siga siendo paciente, a su dueño ya nomás le faltan dos años y medio. También deseamos que ningún otro perro quiera pasarse de lanza con ella, y que el gobierno Argentino le erija una estatua perruna de oro. Amén.