Todos merecemos una segunda oportunidad
México.- Vientos de esperanza, venganza y justicia llegaron desde la Cuarta Transformación cuando nos enteramos la semana pasada que había una orden de aprehensión en contra de Emilio Lozoya, ex director de PEMEX, y su hermana, Gilda Susana Lozoya, por malos manejos durante su gestión. Sin embargo, un juez ya salió con que dice su mamá que siempre no.
O bueno, más o menos, ya que la orden de aprehensión sigue vigente, pero con la novedad de que un juez federal ordenó cancelar “la ejecución” de la misma. En otras palabras: “Sí lo vamos a detener, nomás que ahorita no podemos”. O lo que es lo mismo: “Le vamos a dar tiempo de que revise su caso y le aprueben los amparos que quiera”. Dicho de otra forma: “Ese señor tiene mucho dinero”.
La decisión se tomó por parte del Juzgado Octavo de Distrito en Materia Penal del Amparo (zzzzz), alegando que sí existe la orden de arresto pero el delito no amerita prisión preventiva automática (“Ahí para la otra”), lo cual le permitirá a Lozoya tener acceso a su investigación y presentarse voluntariamente.
Aún así, Don Corrupto tendrá hasta el 24 de junio para saber si el juez le concederá ($$$$$) el amparo que anule definitivamente la orden de aprehensión.
Hay que recordar que a Lozoya se le acusa de haber autorizado desde PEMEX la compra de una planta de fertilizantes en mal estado a la empresa Altos Hornos de México, cuyo director ya puso su trasero en el bote.
Y a todo esto, ¿qué estará pensando Peña Nieto?