Ojo aquí, automovilistas
México.- Luego de que muchos automovilistas de la Ciudad de México sufrieron los terribles flashazos de las fotomultas impuestas bajo la dinastía del antiguo virrey Miguel Ángel Mancera, la nueva jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se quiso poner más buena onda y cambió el severo y castigador concepto de “fotomultas” por el compasivo y sensato concepto de “fotocívicas”, las cuales hoy entran en vigor.
Sí, todos se alegrarán por el fin de las estrictas fotomultas; sin embargo, las fotocívicas tienen un pequeñísimo detalle: es un proceso bien complicado de entender y muchos ya se han hecho bolas sobre cómo diablos funcionan estas nuevas multas.
Las fotocívicas funcionan más o menos como ese profe que te decía “tú ya tienes diez, pero es tu responsabilidad conservarlo”. Así que todos los automovilistas tienen diez, y cada infracción registrada por la cámara es un punto menos (pero si rebasas los límites de velocidad pierdes cinco puntos).
Si pierdes tres puntos (o sea, si llevas tres infracciones acumuladas), debes tomar un curso básico en línea. Si pierdes cuatro puntos, debes tomar un curso intermedio también en línea. Si pierdes cinco puntos, debes ir a tomar un curso de forma presencial. Y si pierdes seis puntos o más, deberías bajarle de güevos, y para eso tendrás que hacer algún servicio a la comunidad.
En pocas palabras, las multas ya no te costarán dinero, sino algo que puede ser peor: tomar cursos o trabajar. Terrible. Oremos.
En donde te puedes confundir muchísimo es en saber cuáles son las cosas que debes evitar mientras conduces para no tener una infracción. Sinceramente, nosotros también ya nos hicimos bolas y no entendemos mucho sobre esta nueva ciencia llamada “fotocívicas” (además, siempre viajamos en metro, así que no hay pex).
Pero descuida, amiguito, porque en El Deforma no nos rajamos y hemos pasado 8 horas estudiando minuciosamente el Reglamento de Tránsito de la CDMX y los 285 pasos para entender con precisión el funcionamiento de las Fotocívicas los hemos resumido en tres sencillos y prácticos pasos. Apúntale bien: