El CeTresPEO dirían en España
Cantina de monstruos.- En el mundo siguen existiendo fans de Star Wars a pesar de las nocivas precuelas y los remakes absurdos. Esos fans que se quedaron con la idea romántica de una saga que vive de recuerdos y de lo que nunca fue, sigue siendo atractiva para muchas personas (sí, ya me desahogué, seguimos con la nota).
Un profesor de ciencia ficción muy reconocido convirtió un observatorio de ciencia natural en un R2-D2 gigante, lo que se convertido en el pueblo de Zweibrück (o ‘Dos Puentes’ por si en la escuela pública no les dieron clases de alemán) al norte de la gran Germania, el cual se ha convertido en toda una sensación atrayendo de todos lados fanáticos de la saga.
Hubert Zitt, nombre del profesor, diseñó y pintó el observatorio como el robot de Anakin (al cual misteriosamente Darth Vader no recuerda cuando se lo encuentra ya mutilado), y el resultado, es que se ve espectacular.
Zitt es un reconocido conferencista de ciencia ficción y un experto en temas de Star Wars y Star Trek (lo que quiera que eso signifique).
Aunque el observatorio es revelador no es el primer caso de algo similar, pues en 2010, unos estudiantes convirtieron el Observatorio Goodsell en el colegio Carleton en Minessota (en Estados Unidos, no Neza) en un robot similar.
El propio Mark Hamill , estudiante de la religión Jedi que nunca completó el entrenamiento, tuiteó sobre los hechos:
‘¡Un observatorio alemán transformado en un R2-D2 gigante!’
La verdad, el observatorio se ve increíble, y nos da una idea de cómo quedó en calma el universo luego de la ridícula muerte de Snoke.