“MI ídolo es JuanGa. He dicho”
Biblioteca de historia gringa.- Sucedió en un pueblito húmedo y caluroso llamado Orizaba, mientras conmemoraban el nacimiento del primer chairo del país, y fue en el preciso momento cuando un funcionario recibía una corona de flores que le colocarían en alguna de las estatuas donde Juárez no se ve como Tyrion Lannister, que el sujeto en nómina gubernamental cayó de la escalinata.
Fue tan fuerte el madrazo, que el monito no pudo ni levantarse después de la caída, pero nos informan, que ya se encuentra fuera de peligro y esperando su prima vacacional, aunque no podemos decir lo mismo de la corona, la cual quedó como ramo de rosas en posesión de mujer despechada.
Vean el hermoso momento en que le sale bilis a los que escribieron la historia toda retorcida de México:
El toque de corneta que acompaña el acto es digno de una comedia de Robert B. Weide, y pocas veces se ve tanta sincronía en la vida. Por lo pronto, seguimos buscando algún vídeo en el que se levanta el individuo que iba a ser futbolista.
Y recuerden que ‘el respeto al madrazo ajeno, es la paz’. Esta frase la dijo Emmanuel Kant, y me la voy a asignar a ver si pega.