¿Será este el fin del hombre araña?
Meméxico.- Todos sabemos que la economía del estado de Hidalgo reside en los Pastes Kikos y eso es tan cierto como que nuestro país depende del tío Slim y sus baños públicos llamados Sanborns, aunque ese no es su único negocio…
Carlos Slim es presidente de Grupo Carso, una empresa constructora que ha ganado a lo largo de su existencia, licitaciones públicas para la edificación de carreteras, presas y ductos de gas, estos últimos son los que han generado roces con nuestra cabecita de algodón, Andrés Manuel López Obrador.
Durante la mañanera del lunes, el titular de la CFE, Manuel Bartlett, anunció que tres compañías: la española IEnova, la canadiense TransCanadá y la mexicana Carso Energy estaban cobrando por 7 gasoductos, cuyas obras no habían concluido y nada más se andaban embolsando, desde 2015, 65 mil millones de pesos.
Dichas obras fueron otorgadas a las empresas a través de licitaciones públicas internacionales, y al momento han dicho que si no han podido terminarlas es debido a que no los dejan…
Sabotaje, falta de permisos e inseguridad son algunas de las razones que han alegado las constructoras, aunque en este momento de incertidumbre ha salido el mesías de Macuspana a calmar las aguas y decir que no se trata de quién tiene la culpa, sino de ver cómo arreglar el asunto.
AMLO pidió la colaboración de las empresas para llegar a un acuerdo, pues los términos de los contratos sólo favorecen a los privados, ya que los gastos y pérdidas son absorbidas por tus impuestos, así como la manutención de dichos gasoductos… que al momento sirven igual que tú cuando llevas perejil en lugar de cilantro (o sea para nada y sólo le sigues costando a tus papás para mantenerte).
Pero parece ser que el tío Slim no está de acuerdo en perder unos millones pues con ellos planeaba encender alguno puros y ha dicho que “nel” a la petición del ejecutivo amparándose “conforme a derecho” en que ganó la licitación limpiamente ¡SE ESTÁN PELEANDA!
Hasta el momento no se sabe que vaya a pasar, pero como en cualquier buen capítulo de la Rosa de Guadalupe, esperamos que todo se arregle después de un vientesito y no se les vaya a ocurrir seguir jalonéandose, porque en una de esas el tío Slim se enoja y nos cierra todos los baños públicos en su poder…