“Ay, lo que tu quieras”, le contestó la sentenciada al guardia
Celda Sin Decidir.- Una mujer condenada a la pena de muerte por no haber pagado los tamales en su oficina el pasado Día de la Candelaria, enfrentará el día de hoy su ejecución con almohadazos que le aplicarían todas las custodias hasta que quede llena de plumas de ganso.
A pesar de los recursos legales que intentó meter su abogado, la mujer no fue exonerada de su delito, y se enfrentará a la pena capital, no sin antes haber hecho su petición final, comer su última cena y ver la trilogía completa del ‘Señor de los Anillos’.
“¿Qué va a querer la sentenciada como última comida?“, preguntó el guardia encargado de vigilar a la rea.
“Ay, no sé, lo que tu quieras”, contestó la mujer metiendo en un predicamento al custodio quien no amaneció con humor para lidiar con ese tipo de respuestas.
El guardia insistió en que la condenada dijera qué era lo que quería comer, siendo su esfuerzo inútil pues no logró que se decidiera, postergando así indefinidamente la ejecución en una maniobra legal desconocida hasta el día de hoy y que pronto será imitada por las otras sentenciadas.
‘Me da igual, o sea no tengo antojo de nada en específico, nada más que no sea pizza, tacos, hamburguesas, fuagrá o algo que tenga pan, tortillas, queso, verduras, carne o condimentos, porque me caen mal’, fue lo único que alcanzó a sacarle a la convicta mientras ésta giraba los ojos porque no adivinaron sus deseos.
‘Yo iba a pedir un pastel de guayaba bien perrón de allá en el pueblo donde nací, pero mejor no les digo que quiero y así me la llevo…’, razonó una compañera de celda.
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