México.- Si algo hemos aprendido en la vida de estudihambre es que la mejor manera de mantenerse delgado es la pobreza. Gracias a la falta de dinero, debes tomar el metro, caminar mucho, comer poco y beber productos de dudosa procedencia.
Luego consigues chamba y te la pasas viajando en Uber, ordenando pizza, comiendo en todas las taquerías emblemáticas de tu zona y atragantándote con frituras mientras ves dos horas de Netflix al día.
El chiste es que llega un trágico momento en tu vida de Godínez en que te sientes muy gordo y hasta te cansas de subir las escaleras de tu casa. Ahí es cuando recuerdas que en tus tiempos de estudiante eras delgado y atlético. Pero, ¿cómo de ser un famélico y hambriento estudiante te convertiste en un grasoso y cachetón Godín?
Acompálame a descubrirlo:
Este periodo se caracteriza por la comida que te preparas desde casa (o que tu mamá te prepara) antes de salir a cumplir tus obligaciones de estudiante. Aún te alimentas sanamente y duermes más o menos bien.
Esta etapa puede iniciar incluso desde el tercer mes que entras a la Universidad y debes salvar el semestre, por lo que tu dieta sólo consiste en café y cigarros.
A estas alturas de la carrera, ya estás delgado, con ojeras, anémico, sólo comes tacos de canasta o lo que te encuentres en el refrigerador.
Te vuelves experimentado y sabes identificar los lugares más baratos para comer. Ya estás muy acostumbrado a la dieta de café y sopas instantáneas. Además asistes a varios simposios y congresos porque sabes que ahí hay cafecito y galletas gratis.
Este periodo es el mejor para comer más o menos decentemente con tus papás (si eres foráneo olvídalo) y de vez en cuando darte ciertos lujos como pedirte dos rebanadas de pizza afuera del metro.
Sigues siendo flaco y ojeroso, pero sabes que, en cuanto te depositen la primera quincena, podrás ir con tus amigos a comer comida corrida; mientras, debes decirles que ya comiste o que no tienes hambre.
Quieres ahorrar para renunciar pronto a esa chamba y viajar por el mundo, así que sólo comes el menú económico de la fondita que está cerca de tu trabajo.
No renuncias a tu chamba y ya te acostumbraste a tu vida laboral, por lo que llenas tu vacío existencial entrándole recio a las garnachas. Al año, ya conoces todos los lugares de comida de tu zona. Obviamente, comienzas a subir de peso
Parte de tu dinero se va en ir a nutriólogos y meterte al gimnasio para bajar esos kilitos de más. Otra parte de tu dinero se va en más comida.
La opinión la dio luego de apoyar al gobierno de Ecuador
"Puso en riesgo las relaciones bilaterales con ese país" , espetó el mandatario
CLONADAMENTE CIERTO
ENCHILADAMENTE REAL
DOLOROSAMENTE CIERTO
Ladrón que allane casas será exhibido a nivel nacional