Por eso nunca debemos soñar
Internet.- La procedencia de las cosas, en la gran carretera de la información nunca se sabe a ciencia cierta si algo que estás viendo es real o es otra versión de la realidad, hecho que muchos aprovechan para crear contenido y sangrar tus clicks por el puro placer de ver cómo caes una y otra y otra vez en las mentiras.
En esta ocasión, comenzó a circular en redes la historia de un supuesto campeón: nos vendieron la idea de que la conquista de chico promedio con chica espectacular era posible con tan solo un click de distancia.
Ya saben, chico conoce chica y entonces todo cambia
La sorpresa radicó en que esta chica aceptó la invitación y quedaron de verse para ir a comer, pasear, ir al cine, lo básico de las citas hacia la meta número uno: ¡echar patadas!… o bueno, el amor para los cursis.
La fotito del recuerdo, una… dos… ¡holi bb!
Disculpe, señor(a) ¿nos puede tomar una foto? Ay muchas gracias, oiga
Fue entonces que comenzamos a creer en el amor. Sin embargo, segundos después recordamos que el amor es una construcción social obsoleta y barata, porque admitámoslo, también fuimos darks en la prepa, y comenzamos una seria investigación respecto a esta historia demasiada perfecta para ser verdad.
Lo que descubrimos nos dejó en shock, ya que al consultar (y con consultar queremos decir intentar bajar la app para ver si chicle y pega), nos encontramos con que es una aplicación tailandesa de citas, sí, eso es verdadero, PERO son citas pagadas, mejor conocido como servicio de scorts.
Dentro de las políticas de la aplicación, se indica que ésta no incita a la prostitución, y que si un participante es obligado a este tipo de actividades pecaminosas, será reportado. Es más un Tinder para amiguis en Tailandia, aunque Tinder siempre ha sido para “amiguis” también, así que ustedes juzguen.