Tendederos se convierten en el pedestal de los sacrificios
México.- Un grupo de teólogos de la Universidad del Internet de las Cosas reveló que la furia del dios prehispánico de la lluvia, Tláloc, se despierta cuando miles de mexicanos salen a tender su ropa en un día soleado y despejado.
“Tláloc interpreta esa ropa mojada como una ofrenda o sacrificio, así que despierta su apetito de enviar tormentas, granizadas y muchos rayos. En seguida, Tláloc envía un ejército de nubes negras para que se dejen caer en forma de lluvia e inunden la ciudad”, explicó un teólogo.
Otros teóricos sostienen que el temible dios mexica se alimenta del terror de las personas que cuelgan sus ropas mientras miran de reojo el cielo para buscar algún indicio de lluvia. Según sus especulaciones, Tláloc se divierte escondiéndose detrás del buen clima soleado y, una vez que la gente ya esté muy confiada, se manifiesta de improviso filtrándose lluviosamente hasta en los zapatos más herméticos.
Al respecto, algunos mexicanos ya conocen estas mañas de Tláloc, de manera que deliberadamente lavan su ropa y la tienden para provocar al dios de la lluvia. “Hoy tengo ganas de que caiga una buena granizada que haga colapsar a la ciudad, así que lavaré toda mi ropa y la tenderé en la azotea como ofrenda para invocar a Tláloc”, es una frase muy oída entre las personas devotas a este dios.
Mientras tanto, la chica del clima (ya sabes cuál), recomendó a las personas que le teman a este dios que tiendan su ropa en lugares techados o semi-techados, para confundir a la deidad y así reducir el número de tormentas despiadadas que azotan al país.